Necesitamos una confederación nacional de agentes y empresas inmobiliarias para fortalecer nuestras debilidades sectoriales, protegernos de ciertas amenazas, basarnos en nuestras fortalezas y no desaprovechar las oportunidades que ahora tenemos.
Asociarnos no es el fin, es el medio para exigir con más fuerza de representatividad las medidas necesarias para defender los derechos del consumidor y usuario de inmuebles, a la vez que cualificar nuestra profesión.